marzo 24, 2005

Cogito,Ergo Sum

Hace un tiempo me encontraba lidiando con un problema filosófico que creo se nos ha presentado a todos alguna vez en nuestras vidas: ¿cómo ser felíz? ¿Cómo saber si lo que estamos eligiendo es lo mejor o no!?.Yo no encontré respuesta alguna a las miles de interrogantes que se me presentaban en ese momento,tal como hoy en día me sucede.Pero uno de esos tantos días,pensando en que planear no es la mejor manera de llevar a cabo mi voluntad,un amigo sin saberlo dió en el clavo justo donde yo estaba pensando:"la Felicidad se encuentra en el peligro,la Felicidad nunca se encuentra en la seguridad".Quizá por ser una persona insegura me pareció la respuesta más lógica de alguna manera a esta incógnita,pero aún así,yo lo siento de ese modo.Nunca sabemos realmente si una cosa es mejor que otra si no probamos ambas o la cantidad que sean,y a veces tenemos la oportunidad de probar todas las posibilidades y estar seguros de que elegimos bien.Pero cuando no tenemos esa oportunidad porque las posibilidades van más allá del tiempo del que disponemos y nuestros presentimientos nos empujan hacia ciertas opciones lo único que podemos hacer es arriesgarnos y hacer lo que creemos que sentimos.Los sentimientos son ilusiones de nuestra mente,ilusiones que podemos apoyar y afianzar en nosostros mismos,cuando creemos que es lo que realmente sentimos y por tanto está bien... Si planeamos constantemente y no siempre hacemos lo que sentimos no nos privaremos de una vida perfecta (yo particularmente la odiaría),sino que nos olvidaremos de por qué estamos realmente haciendo lo que hacemos.Me explico: el vivír en la seguridad no nos hace felices, implica aferrarse a un conocimiento vago de lo que conocemos,a la monotonía de los sucesos perpetuamente marcados por nosotros mismos y nuestra ciega convencionalidad.Creo que todos lo que realmente buscamos es libertad. He aquí algo que escribí unos meses atrás...
Desperté una mañana sintiéndome libre, como si el estar determinada por mi moral no me hiciera coaccionar. Simplemente correr hacia mi voluntad para realmente saber lo que es vivír sin prejuicios y, reírme de todo lo que respetaba.Transformar una lágrima en una carcajada.Permanecer en un estado homogéneo conformado por euforia y paranoia. Sin sentír rencor ni remordimiento, sin sentír nada más que gozo y alegría. Hacer de mis conocimientos un mundo paralelo. Mis necesidades consustanciales una vez más conspiraron contra mí, pero yo vencí.Y aún así, aunque hoy me amarren con cuerdas elásticas y crean que la razón yo perdí; yo vencí...yo viví.

No hay comentarios.: